Perséfone ( en griego antiguo Περσεφόνη, Persephónē, "la que lleva la muerte") es, dentro de la mitología griega y romana, hija de Deméter (Ceres) y Zeus, es la esposa de Hades y por tanto diosa que reina en el inframundo, estando al mismo tiempo asociada a la primavera en su aspecto de doncella.
Perséfone recibía en un principio el nombre de Koré o Core ("doncella"), hasta que se convirtió en reina del inframundo. En mito del rapto de Perséfone es una alegoría sobre el ciclo de la naturaleza y también se asocia con antiguos ritos matrimoniales practicados en algunos lugares de Grecia que incluían un rapto simbólico de la novia por parte de su futuro esposo.
Perséfone recibía en un principio el nombre de Koré o Core ("doncella"), hasta que se convirtió en reina del inframundo. En mito del rapto de Perséfone es una alegoría sobre el ciclo de la naturaleza y también se asocia con antiguos ritos matrimoniales practicados en algunos lugares de Grecia que incluían un rapto simbólico de la novia por parte de su futuro esposo.
Hades, dios del mundo subterráneo, la secuestró mientras recogía flores acompañada de sus ninfas en el monte Etna.
Su madre, con ira y tristeza por la pérdida de su hija, provocó la esterilidad en la tierra y castigó a las ninfas que la acompañaban convirtiéndolas en sirenas por no haber intervenido.
Las cosechas se echaron a perder, el ganado, los animales e incluso los hombres se volvieron estériles, y el mundo sufrió una terrible hambruna.
Tras varios meses buscando a su hija desesperada e infructuosamente, Deméter se sentó en una roca del Ática, donde estuvo llorando durante nueve días seguidos.
Según la leyenda, sobre esta roca se fundó Eleusis, donde se construiría el santuario más importante dedicado a la diosa.
Céleo, rey de Ática, y su esposa Metanira, acudieron a reconfortar a la diosa, a quien tomaron por una pobre loca.
Por su amabilidad Deméter los bendijo concediéndoles dos hijos, Demofonte y Triptólemo, a quienes enseñó el arte de la agricultura.
Existen distintas versiones acerca de quién informó a Deméter sobre el paradero de su hija. Según algunas fue la ninfa Aretusa, según otras un pastor que había presenciado el rapto o Febo, el Sol, que todo lo ve; el hecho es que, en cuanto Deméter supo la verdad acudió al Olimpo para exigir a Zeus que interviniese.
Su madre, con ira y tristeza por la pérdida de su hija, provocó la esterilidad en la tierra y castigó a las ninfas que la acompañaban convirtiéndolas en sirenas por no haber intervenido.
Las cosechas se echaron a perder, el ganado, los animales e incluso los hombres se volvieron estériles, y el mundo sufrió una terrible hambruna.
Tras varios meses buscando a su hija desesperada e infructuosamente, Deméter se sentó en una roca del Ática, donde estuvo llorando durante nueve días seguidos.
Según la leyenda, sobre esta roca se fundó Eleusis, donde se construiría el santuario más importante dedicado a la diosa.
Céleo, rey de Ática, y su esposa Metanira, acudieron a reconfortar a la diosa, a quien tomaron por una pobre loca.
Por su amabilidad Deméter los bendijo concediéndoles dos hijos, Demofonte y Triptólemo, a quienes enseñó el arte de la agricultura.
Existen distintas versiones acerca de quién informó a Deméter sobre el paradero de su hija. Según algunas fue la ninfa Aretusa, según otras un pastor que había presenciado el rapto o Febo, el Sol, que todo lo ve; el hecho es que, en cuanto Deméter supo la verdad acudió al Olimpo para exigir a Zeus que interviniese.
Aunque en un primer momento Zeus argumentó que Hades no era un mal marido para Perséfone, la diosa siguió exigiendo el regreso de su hija y Zeus, incapaz de aguantar la agonía de la Tierra, y dándose cuenta de lo insostenible de la situación, quiso obligar a Hades a devolver a Perséfone, enviando a Hermes para rescatarla (en versiones anteriores es Hécate quien la rescata).
Hades la liberó con la condición de que no probase alimento alguno durante todo el viaje de vuelta, pero al mismo tiempo la engañó (en otras versiones Perséfone las come por propia elección, sin engaño alguno de por medio) y logró que se comiese seis semillas de granada, por lo cual debía volver al inframundo durante seis meses al año(en otras versiones las semillas son cuatro, dependiendo de la duración del invierno en el lugar donde se explicase el mito).
Otras versiones cuentan que estas semillas le fueron entregadas a Perséfone por Ascáfalo, siervo de Hades, a quien después Deméter transformó en lechuza como castigo (convirtiéndose esta en un animal portador de mala suerte).
Otras versiones cuentan que estas semillas le fueron entregadas a Perséfone por Ascáfalo, siervo de Hades, a quien después Deméter transformó en lechuza como castigo (convirtiéndose esta en un animal portador de mala suerte).
Así Deméter debería pasar la mitad del año con su madre, en la tierra, y la otra mitad gobernando el inframundo junto con Hades. Cuando Deméter y su hija están juntas la tierra es fértil, mientras que los seis meses que pasa Perséfone en el inframundo la Tierra se vuelve estéril y fria. Fue durante su viaje para rescatar a Perséfone cuando Deméter reveló los Misterios Eleusinos.
Éstos eran una serie de ritos dedicados a Deméter (y a su hija Perséfone) en agradecimiento por la fertilidad de la tierra y por haber concedido la agricultura a la humanidad. Estaban relacionados con la vida terrenal y la vida tras la muerte, tránsito para el cual se preparaba a los iniciados.
Como hemos narrado, mientras Deméter buscaba a su hija Perséfone, habiendo tomado la forma de una mujer anciana llamada Doso, recibió la hospitalidad bienvenida de Céleo, el rey de Ática, y su mujer Metanira, a los que agradecida, bendijo con dos hijos, Demofonte y Triptolemo. Deméter planeó convertir a Demofonte en un dios, cubriéndolo y ungiéndolo con ambrosía, respirando suavemente sobre él mientras le sostenía entre sus brazos y su pecho, y haciéndole inmortal quemándolo sobre carbones al rojo vivo en la chimenea del hogar familiar cada noche, a espaldas de sus padres.
Éstos eran una serie de ritos dedicados a Deméter (y a su hija Perséfone) en agradecimiento por la fertilidad de la tierra y por haber concedido la agricultura a la humanidad. Estaban relacionados con la vida terrenal y la vida tras la muerte, tránsito para el cual se preparaba a los iniciados.
Como hemos narrado, mientras Deméter buscaba a su hija Perséfone, habiendo tomado la forma de una mujer anciana llamada Doso, recibió la hospitalidad bienvenida de Céleo, el rey de Ática, y su mujer Metanira, a los que agradecida, bendijo con dos hijos, Demofonte y Triptolemo. Deméter planeó convertir a Demofonte en un dios, cubriéndolo y ungiéndolo con ambrosía, respirando suavemente sobre él mientras le sostenía entre sus brazos y su pecho, y haciéndole inmortal quemándolo sobre carbones al rojo vivo en la chimenea del hogar familiar cada noche, a espaldas de sus padres.
Deméter no pudo completar el ritual porque Metanira sorprendió una noche a su hijo en el fuego y chilló asustada, lo que enfureció a Deméter, quien lamentó que los estúpidos mortales no entendiesen el concepto y el ritual.
En lugar de hacer inmortal a Demofonte, Deméter decidió enseñar a Triptólemo el arte de la agricultura y, a través de él, el resto de Grecia aprendió a plantar y segar cultivos.
Triptólemo cruzó el país volando en un carro alado mientras Deméter y Perséfone cuidaban de él, ayudándole a completar su misión de educar a Grecia entera en el arte de la agricultura.
Deméter también habría convertido a Triptólemo en el primer iniciado en los Misterios Eleusinos.
Su culto tenía su santurio principal en Eleusis, en el Ática, allí donde habría sido hallada por Céleo y Metanira, y en los misterios eleusinos podían iniciarse hombres y mujeres de todas las clases sociales.
Estos misterios pretendían establecer una relación especial con los dioses y un conocimiento previo de la vida en el Más Allá y las personas que participaban en ellos estaban obligadas a guardar secreto acerca de los mismos. Por esa razón poco sabedos de este culto mistérico, aunque sí es seguro que existía un fuerte componente agrícola y sexual, además de una serie de misterios que permitían a los iniciados ciertos conocimientos sobre la vida después de la muerte. Una vez al año se celebrarban las Grandes Eleusinas, donde se iniciaban los nuevos candidatos y participaban todos los iniciados al culto.
Por su aspecto de "Diosa del Inframundo", estuvo prohíbido durante algunas épocas pronunciar el nombre de Perséfone, a la que se aludía con el nombre de Coré o diversos eufemismos. Cuando Ulises desciende a los infiernos se refiere a ella como "Reina de Hierro" y podría ser la Nestis que menciona Empédocles, filósofo y político griego del siglo V a.C.
Como reina del Hades solo mostró clemencia en una ocasión, cuando Orfeo descendió al inframundo y enterneció el corazón de sus soberanos tocando la lira para que le permitiesen recuperar a su esposa Eurídice, que había muerto tras ser mordida por una serpiente.
Hades y Perséfone le dijeron que concederían a Eurídice regresar a la vida, pero con la condición de que esta iría detrás de Orfeo en el camino de vuelta y él no podría volverse a mirarla hasta que hubieran salido del inframundo y estuvieran bajo la luz del Sol.
Orfeo guió a su amada con las notas de su lira por entre los oscuros senderos del Hades, pero cuando ya faltaba poco para alcanzar el mundo terrenal, no pudiendo resistir la curiosidad de si realmente Eurídice le seguía, Orfeo se giró, encontrando por breves momentos el rosto de su amada, que se desvanció para siempre
Otro mito (también relacionado con el ciclo anual de muerte y renacimiento de la naturaleza) en el que encontramos a Perséfone es el de Adonis, dios etermente joven y de gran belleza.
Existen varias versiones acerca del nacimiento de este dios, siendo la más extendida la que lo hace hijo de Mirra y el propio padre de ésta, que dependiendo de los autores es el rey Cíniras de Chipre, Fénix de Biblos o Tías de Siria (zonas de la que además es originaria el propio dios, que a menudo es asociado con el Dummuzi de la mitologías sumeria).
Mirra habría sido instigada al incesto por Afrodita por culpa de la presunción de su propia madre, Cencreis, que aseguraba que su hija era más hermosa que la mismísima diosa de la belleza.
Castigada por Afrodita a sufrir un amor incestuoso, Mirra primero intentó ahorcarse pero, sucumbiendo a sus deseos y aconsejada por su nodriza Hipólita recurrió a un engaño para yacer con su propio padre y tras emborrachalo se habría unido a él en la oscuridad durante doce noches, durante una de las cuales quedó encinta.
Su padre la habría descubierto en la última noche y, furioso, la habría perseguido con su espada, dispuesto a darle muerte si los dioses (en algunas versiones la propia Afrodita), compadecidos, no la hubiesen convertido en un árbol que lleva su nombre, cuya sabia aromática se asocia a las lágrimas de Mirra.
Al cabo de un tiempo la corteza del árbol se abrió, dando nacimiento a Adonis. Según algunas versiones fue el propio rey quien abrió la corteza con su espada o un jabalí que golpeó al árbol con sus colmillos.
Según Apolodoro sería hijo de Cíniras, Rey de Pafos (Chipre) y Metarme, hija de Pigamalión y sacerdotisa de Afrodita, mientras que Hesíodo menciona a Fénix y Alfesibea como sus padres.
Afrodita, embelesada por su belleza lo habría escondido en un cofre y llevado a Perséfone, a quien pidió que se lo guardase.
Pero cuando la diosa del inframundo, movida por la curiosidad, descubrió lo que guradaba el cofre tampoco pudo resistirse a los encantos de Adonis y se negó a devolverlo.
La disputa, arbitrada por Calíope, musa de la poesía épica y la elocuencia o por el mismisimo Zeus, se solucionó decidiendo que el joven pasaría cuatro meses del año con Perséfone, cuatro con Afrodita y los otros cuatro con quien él desease.
Algunas versiones atribuyen la muerte de Orfeo, hijo de Calíope, a una venganza de Afrodita por este arbitraje,ya que no consideró que el veredicto de Calíope satisficiese sus derechos. Así, Orfeo, tras perder a Eurídice, loco de dolor, se retiró al monte Pangeo, donde habría terminado siendo despedazado por las Ménades, que según esta versión lo habrían hecho incitadas por Afrodita.
Triptólemo cruzó el país volando en un carro alado mientras Deméter y Perséfone cuidaban de él, ayudándole a completar su misión de educar a Grecia entera en el arte de la agricultura.
Deméter también habría convertido a Triptólemo en el primer iniciado en los Misterios Eleusinos.
Su culto tenía su santurio principal en Eleusis, en el Ática, allí donde habría sido hallada por Céleo y Metanira, y en los misterios eleusinos podían iniciarse hombres y mujeres de todas las clases sociales.
Estos misterios pretendían establecer una relación especial con los dioses y un conocimiento previo de la vida en el Más Allá y las personas que participaban en ellos estaban obligadas a guardar secreto acerca de los mismos. Por esa razón poco sabedos de este culto mistérico, aunque sí es seguro que existía un fuerte componente agrícola y sexual, además de una serie de misterios que permitían a los iniciados ciertos conocimientos sobre la vida después de la muerte. Una vez al año se celebrarban las Grandes Eleusinas, donde se iniciaban los nuevos candidatos y participaban todos los iniciados al culto.
Por su aspecto de "Diosa del Inframundo", estuvo prohíbido durante algunas épocas pronunciar el nombre de Perséfone, a la que se aludía con el nombre de Coré o diversos eufemismos. Cuando Ulises desciende a los infiernos se refiere a ella como "Reina de Hierro" y podría ser la Nestis que menciona Empédocles, filósofo y político griego del siglo V a.C.
Como reina del Hades solo mostró clemencia en una ocasión, cuando Orfeo descendió al inframundo y enterneció el corazón de sus soberanos tocando la lira para que le permitiesen recuperar a su esposa Eurídice, que había muerto tras ser mordida por una serpiente.
Hades y Perséfone le dijeron que concederían a Eurídice regresar a la vida, pero con la condición de que esta iría detrás de Orfeo en el camino de vuelta y él no podría volverse a mirarla hasta que hubieran salido del inframundo y estuvieran bajo la luz del Sol.
Orfeo guió a su amada con las notas de su lira por entre los oscuros senderos del Hades, pero cuando ya faltaba poco para alcanzar el mundo terrenal, no pudiendo resistir la curiosidad de si realmente Eurídice le seguía, Orfeo se giró, encontrando por breves momentos el rosto de su amada, que se desvanció para siempre
Otro mito (también relacionado con el ciclo anual de muerte y renacimiento de la naturaleza) en el que encontramos a Perséfone es el de Adonis, dios etermente joven y de gran belleza.
Existen varias versiones acerca del nacimiento de este dios, siendo la más extendida la que lo hace hijo de Mirra y el propio padre de ésta, que dependiendo de los autores es el rey Cíniras de Chipre, Fénix de Biblos o Tías de Siria (zonas de la que además es originaria el propio dios, que a menudo es asociado con el Dummuzi de la mitologías sumeria).
Mirra habría sido instigada al incesto por Afrodita por culpa de la presunción de su propia madre, Cencreis, que aseguraba que su hija era más hermosa que la mismísima diosa de la belleza.
Castigada por Afrodita a sufrir un amor incestuoso, Mirra primero intentó ahorcarse pero, sucumbiendo a sus deseos y aconsejada por su nodriza Hipólita recurrió a un engaño para yacer con su propio padre y tras emborrachalo se habría unido a él en la oscuridad durante doce noches, durante una de las cuales quedó encinta.
Su padre la habría descubierto en la última noche y, furioso, la habría perseguido con su espada, dispuesto a darle muerte si los dioses (en algunas versiones la propia Afrodita), compadecidos, no la hubiesen convertido en un árbol que lleva su nombre, cuya sabia aromática se asocia a las lágrimas de Mirra.
Al cabo de un tiempo la corteza del árbol se abrió, dando nacimiento a Adonis. Según algunas versiones fue el propio rey quien abrió la corteza con su espada o un jabalí que golpeó al árbol con sus colmillos.
Según Apolodoro sería hijo de Cíniras, Rey de Pafos (Chipre) y Metarme, hija de Pigamalión y sacerdotisa de Afrodita, mientras que Hesíodo menciona a Fénix y Alfesibea como sus padres.
Afrodita, embelesada por su belleza lo habría escondido en un cofre y llevado a Perséfone, a quien pidió que se lo guardase.
Pero cuando la diosa del inframundo, movida por la curiosidad, descubrió lo que guradaba el cofre tampoco pudo resistirse a los encantos de Adonis y se negó a devolverlo.
La disputa, arbitrada por Calíope, musa de la poesía épica y la elocuencia o por el mismisimo Zeus, se solucionó decidiendo que el joven pasaría cuatro meses del año con Perséfone, cuatro con Afrodita y los otros cuatro con quien él desease.
Algunas versiones atribuyen la muerte de Orfeo, hijo de Calíope, a una venganza de Afrodita por este arbitraje,ya que no consideró que el veredicto de Calíope satisficiese sus derechos. Así, Orfeo, tras perder a Eurídice, loco de dolor, se retiró al monte Pangeo, donde habría terminado siendo despedazado por las Ménades, que según esta versión lo habrían hecho incitadas por Afrodita.
Sin embargo, Afrodita, gracias a su ceñidor, habría convencido al joven de que pasase estos últimos cuatro meses con ella e incluso escatimase la parte del año que correspondía a Perséfone.
La diosa del inframundo habría incitado Ares, dios de la guerra y amante de Afrodita, diciéndole que esta ahora prefería a un mortal, y el dios, furioso y cegado por lo celos, se habría transformado en jabalí para, durante una cacería dar muerte al joven Adonis.
En otras versiones es Apolo, dios del Sol, quien se vengaba de esta manera por la ceguera que Afrodita había causado a su hijo Erimanto por verla desnuda mientras se bañaba.
Por cada gota de sangre derramada del cuerpo de Adonis nació una anémona o, según otras leyendas, una rosa, que habría sido la primera de color rojo cuando Afrodita la tiñó con su sangre al pincharse con sus espinas intentando cogerla.
Algunas leyendas mencionan una nueva disputa tras el renacimiento como dios de Adonis, que Zeus habría solucionando concediendo la compañía del joven dios a Perséfone durante la mitad sombría del año (invierno) y a Afrodita durante la mitad luminosa (verano).
Adonis es asociado a Dionisos y Osiris y algunas teorías sostienen que en su arquetipo encontró la cultura cristiana la prefiguración de la imagen de Cristo resucitado.
Perséfone es raptada en otra ocasión, cuando ya es reina del inframundo, por Piritoo, amigo del héroe Teseo, ya que ambos se habían prometido casarse con sendas hijas de Zeus.
Teseo habría escogido a Helena y Piritoo a Perséfone. La primera fue rescatada por sus hermanos los Dióscuros (Castor y Polux) mientras Piritoo y Teseo la dejaban al cuidado de Etra, madre del segundo, para secuestrar a Perséfone.
Hades habría recibido a ambos con fingida hospitalidad, invitándoles a un banquete, pero cuando se sentaron fueron incapaces de levantarse y las serpientes se enroscaron en sus miembros. Teseo fue rescatado por Heracles, pero el héroe no tuvo tiempo para liberar a Piritoo y éste debió quedarse alli para toda la eternidad.
Otro mito cuenta como Perséfone transformó a Mente o Menta, ninfa asociada al rio Cócito, en la planta que lleva su nombre al descubrir que su esposo Hades la cortejaba.
La diosa del inframundo habría incitado Ares, dios de la guerra y amante de Afrodita, diciéndole que esta ahora prefería a un mortal, y el dios, furioso y cegado por lo celos, se habría transformado en jabalí para, durante una cacería dar muerte al joven Adonis.
En otras versiones es Apolo, dios del Sol, quien se vengaba de esta manera por la ceguera que Afrodita había causado a su hijo Erimanto por verla desnuda mientras se bañaba.
Por cada gota de sangre derramada del cuerpo de Adonis nació una anémona o, según otras leyendas, una rosa, que habría sido la primera de color rojo cuando Afrodita la tiñó con su sangre al pincharse con sus espinas intentando cogerla.
Algunas leyendas mencionan una nueva disputa tras el renacimiento como dios de Adonis, que Zeus habría solucionando concediendo la compañía del joven dios a Perséfone durante la mitad sombría del año (invierno) y a Afrodita durante la mitad luminosa (verano).
Adonis es asociado a Dionisos y Osiris y algunas teorías sostienen que en su arquetipo encontró la cultura cristiana la prefiguración de la imagen de Cristo resucitado.
Perséfone es raptada en otra ocasión, cuando ya es reina del inframundo, por Piritoo, amigo del héroe Teseo, ya que ambos se habían prometido casarse con sendas hijas de Zeus.
Teseo habría escogido a Helena y Piritoo a Perséfone. La primera fue rescatada por sus hermanos los Dióscuros (Castor y Polux) mientras Piritoo y Teseo la dejaban al cuidado de Etra, madre del segundo, para secuestrar a Perséfone.
Hades habría recibido a ambos con fingida hospitalidad, invitándoles a un banquete, pero cuando se sentaron fueron incapaces de levantarse y las serpientes se enroscaron en sus miembros. Teseo fue rescatado por Heracles, pero el héroe no tuvo tiempo para liberar a Piritoo y éste debió quedarse alli para toda la eternidad.
Otro mito cuenta como Perséfone transformó a Mente o Menta, ninfa asociada al rio Cócito, en la planta que lleva su nombre al descubrir que su esposo Hades la cortejaba.
Algunas tradiciones atribuyen a Perséfone la maternidad de Melinoe (Μελινοε, "pensamiento oscuro"), diosa griega de los fantasmas que cada noche descendía a la tierra acompañada de un séquito de fantasmas.
Se cree que era adorada en los Cultos Órficos y estaba asociada a las ofrendas propiciatorias que se realizaban a los muertos. La leyenda atribuye su paternidad bien a Zeus, quien habría tomado la forma de Hades para seducir a Perséfone a orillas del rio Estigia o bien al propio dios del inframundo.
De la unión de Perséfone y Zeus (o de Zeus con Deméter), que otras veces el dios realiza transformado en serpiente nació también, según algunas tradiciones, Zegreo, un aspecto del dios Dionisos. Esta versión parece también ser propia de los Misterios Órficos.
Perséfone habría entregado a Zagreo a Apolo y los Curetes, quienes lo ocultaron en el monte Parnaso. Pero Hera, celosa ante una nueva infidelidad de su esposo Zeus, habría enviado a los titanes en su busca, quienes, después de encontrarlo, lo habrían despedazado, devorando sus miembros.
Apolo, o en otras versiones Atenea, habría logrado salvar el corazón de Zagreo, que entregaría a Zeus. Este último , según las diferentes versiones pudo haberse tragado el corazón de su hijo, haciéndolo renacer bajo la forma de Dionisos (o según otras versiones bajo el nombre de Yaco), o pudo hacer tragar el corazón a Sémele, quien habría sido la segunda madre del dios.
Se cree que era adorada en los Cultos Órficos y estaba asociada a las ofrendas propiciatorias que se realizaban a los muertos. La leyenda atribuye su paternidad bien a Zeus, quien habría tomado la forma de Hades para seducir a Perséfone a orillas del rio Estigia o bien al propio dios del inframundo.
De la unión de Perséfone y Zeus (o de Zeus con Deméter), que otras veces el dios realiza transformado en serpiente nació también, según algunas tradiciones, Zegreo, un aspecto del dios Dionisos. Esta versión parece también ser propia de los Misterios Órficos.
Perséfone habría entregado a Zagreo a Apolo y los Curetes, quienes lo ocultaron en el monte Parnaso. Pero Hera, celosa ante una nueva infidelidad de su esposo Zeus, habría enviado a los titanes en su busca, quienes, después de encontrarlo, lo habrían despedazado, devorando sus miembros.
Apolo, o en otras versiones Atenea, habría logrado salvar el corazón de Zagreo, que entregaría a Zeus. Este último , según las diferentes versiones pudo haberse tragado el corazón de su hijo, haciéndolo renacer bajo la forma de Dionisos (o según otras versiones bajo el nombre de Yaco), o pudo hacer tragar el corazón a Sémele, quien habría sido la segunda madre del dios.
Según esta historia los titanes, entonces habrían sido eliminados por Zeus y de sus cenizas habría nacido la humanidad (hecho que explicacaba para los Misterios Órficos, el origen de la maldad del se humano).
Una enciclopedia bizantina del siglo X habla de una "Macaria", supuesta diosa de la muerte cuya paternidad atribuye a Hades y Perséfone pero no hay menciones previas de la diosa como hija de la pareja.
En cuanto al origen de Perséfone como diosa, se cree que su culto podría remontarse al período Neolítico he incluso hay quien la asocia a la "señora del laberinto" de Cnosos.
En la historia de Perséfone podemos ver reflejados, además del ciclo estacional propiamente dicho, los tres aspectos o edades de la diosa a través de Coré, como la doncella o ninfa, Deméter como madre y Perséfone en el aspecto de anciana o hechicera; o, si tenemos en cuenta el rescate por parte de Hécate a esta última sustituyendo a Perséfone como anciana/hechicera lo que aumenta las posibilidades de que su culto se remonte a épocas mucho posteriores, desde las que se rendía culto a la triple diosa.
Una enciclopedia bizantina del siglo X habla de una "Macaria", supuesta diosa de la muerte cuya paternidad atribuye a Hades y Perséfone pero no hay menciones previas de la diosa como hija de la pareja.
En cuanto al origen de Perséfone como diosa, se cree que su culto podría remontarse al período Neolítico he incluso hay quien la asocia a la "señora del laberinto" de Cnosos.
En la historia de Perséfone podemos ver reflejados, además del ciclo estacional propiamente dicho, los tres aspectos o edades de la diosa a través de Coré, como la doncella o ninfa, Deméter como madre y Perséfone en el aspecto de anciana o hechicera; o, si tenemos en cuenta el rescate por parte de Hécate a esta última sustituyendo a Perséfone como anciana/hechicera lo que aumenta las posibilidades de que su culto se remonte a épocas mucho posteriores, desde las que se rendía culto a la triple diosa.
4 comentarios:
gracias por la información!!
Hola, soy Warlock, me encantó tu blog, lo pondré entre los favoritos de mi blog, si quieres visitar el mío es: http://wiccapracticantesolitario.blogspot.com/
Un abrazo grande.
Warlock.-
qe buen blog... amo la mitologia :)
hola, me encanto es genial, tengo una pregunta aparte de lo que has escrito, sabes tu o alguien algo acerca de las perlas o el collar de Persefone?
graias..... espero tu respuesta
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