sábado, 21 de enero de 2012

MES CELTA DEL SERBAL (21 de ENERO- 17 de FEBRERO)

Art by John Hays

El 21 de enero comienza, según el calendario arbóreo celta reconstruído por Robert Graves, el mes del serbal, "Luis", correspondiente a la letra "L" del alfabeto ogham. Seún algunas teorías el nombre inglés del Serbal, "Rowan", deriva de la palabra nórdica para "runa" que significa "secreto" o misterio".


El Serbal ("Sorbus") es un pequeño árbol, a veces considerado incluso un arbusto, perteneciente a la familia de las rosáceas. De hojas caducas, verdes y dentadas, sus flores son de color blanco y aparecen en torno al mes de Mayo, mientras que su fruto, de forma aperada y color verde, maduran en el mes de septiembre, a partir del cual presentan un color rojizo.

Su madera ha sido siempre muy apreciada por su dureza yde sus frutos se obtiene mermelada, aunque cuando aun no están maduros son altamente tóxicos y en el pasado se utilizaban en pequeñas cantidades para alcanzar estados alterados de conciencia.

Para los celtas y otras culturas paganas el serbal era considerado un árbol protector y se plantaba cerca de entradas y se colgaban ramitas en las puertas para alejar las malas influencias y encantamientos. Se le atribuía la virtud de proteger contra los malos espíritus y sus ramas se clavaban también en las puertas de graneros y establos para proteger al ganado de las enfermedades y el "mal de ojo".
Probablemente esta virtud protectora esté relacionada con el hecho de que en la base del fruto del serbal, en la parte opuesta al tallo, presenta una incisión con forma de estrella de cinco puntas (pentáculo) que antigüamente ty en la mayoría de culturas paganas precristianas era considerado un símbolo mágico de gran poder.

Se creía también que este árbol guardaba la entrada del Otro Mundo y a menudo antes de las batallas importantes se encendía una hoguera con sus ramas para invocar la ayuda de los habitantes del Más Allá. Se creía que el serbal había sido traido a Irlanda por los Tuatha De Danann, el pueblo legendario de dioses que habría habitado irlanda, del Tir-Tairngire ("Tierra Prometida") o el Tir- n´an- Óg ("Tierra de la Eterna Juventud").
En algunos lugares, como Gales, se plantaban serbales en los camposantos para custodiar los espíritus de los muertos, pues también se creía que su influencia mantenía inmovilizados a los espíritus no propicios.

El serbal recibe también el nombre de "Árbol de los Susurros" ya que según la leyenda cobija secretos del Otro Mundo que solo revela a aquellos que buscan su cobijo y están preparados para recibirlos.
Otro de sus nombres es "Dama de las Montañas", ya que a menudo crece en los lugares más inhóspitos, y también es conocido como "Perdición de las Brujas" ("Witchbane") , ya que sus poderes protectores pervivieron en el folklore cristiano y se fabricaban crucifijos protectores con madera de serbal.
Dentro de la cultura celta estaba consagrado a la diosa Brigit o Brigantia, mientras que en la mitología y folklore nórdico era conocido como "el salvador de Thor", pues según la leyenda habría salvado al dios del trueno de morir ahogado y por ello se convirtió en un árbol sagrado.

Algunas leyendas cuentan que de sus bayas se obtenía un tinte negruzco que los druidas utilizaban para teñir sus vestiduras en determinadas celebraciones, tales como eclipses y fases de la Luna Menguante., y que sus ramas eran utilizadas por los mismos para la elaboración de amuletos y varitas.

Como ocurre con todos los nativos de los meses arbóreos celtas, los nacidos en el mes del Serbal se dividen en dos grupos: los nativos de la "Luna Nueva" y los nativos de la "Luna Llena".

Los nativos de la "Luna Nueva" son personas impacientes, inconformistas, compasivas y concienciadas que a menudo luchan por sus ideales. Los nativos de la "Luna Llena" valoran la libertad por encima de todo y también defienden fuertemente sus ideales, pero especialmente sus creencias su derecho a expresarlas con libertad.

En general los nativos del mes del serbal son personas idealistas, imaginativas y creativas, con una gran humanidad a pesar de su individualismo.
Son personas que necesitan sentirse libres, no soportan los convencionalismos ni las restricciones.
Poseen una gran intuición y psiquismo y a menudo son visionarios, adelantados a su tiempo. También poseen una gran sensibilidad artística y suelen ser persona originales o incluso consideradas excéntricas.
A menudo poseen muchos y muy diversos intereses y aunque son personas sociables necesitan a menudo momentos de soledad en los que dedicarse a sí mismos y desarrollar su imaginación e inventiva.
En sus relaciones, tanto amorosas como profesionales, necesitan sentirse libres y como padres suelen respetar la libertad de sus hijos y esperar de ellos una independencia muy temprana.

martes, 17 de enero de 2012

SELENE (LUNA)


Selene (Σελήνη, "luna") era en la mitología griega una diosa lunar arcaica (pre-helénica) , hija de los titanes Hiperión y Tía; aunque con el tiempo fue suplantada en gran medida por Ártemis o Artemisa como diosa de la Luna. Selene pasó a ser una personificación del propio satélite lunar. En la medida en que era suplantada por Ártemis, Zeus o el titán Pallas eran considerados sus padres.
Selene pasó a formar parte de una tríada compuesta por Ártemis, Selene y Hécate en la cual representaban la Luna Creciente, La Luna Llena y la Luna Decreciente/Nueva respectivamente, simbolizando así los tres aspectos de la diosa: Doncella, Madre y Vieja/Hechicera.
En la mitología griega pre-olímpica Selene era hermana de Helios, el Sol, y una vez que éste abandonaba el firmamento ella, recién bañada en las aguas del Océano que circundaba la Tierra comenzaba a recorrer el firmamento montada en su carro de plata.
También se la consideraba hermana de Eos, diosa de la aurora, a la cual, como en el caso de la propia Selene, se le atribuían amores con un mortal: Cefeo o Titón en el caso de Eos y Endimión en el de Selene.
La leyenda cuenta que Selene se enamoró del hermoso Endimión, un pastor o cazador (o un rey de Elis en la versión de Pausanias) de la región de Caria, al que una noche divisó durmiendo en la cima del monte Latmo.
Selene habría pedido a Zeus que sumiese a Endimión en un sueño erterno, para que nunca pudiese alcanzarlo la vejez y la muerte, en versiones anteriores habría sido ella misma la responsable de tal encantamiento y alternativamente el propio Endimión el que habría decidido sumirse en este sueño perpetuo, despertando solamente para recibir a si amada.
Otras versiones nos cuentan que Selene, enamorada de Endimión, bajó a la Tierra y se negó a volver a ocupar su lugar en los cielos, lejos de su amante, razón por la cual Zeus, enfadado, lo habría sumido en un sueño eterno.
Por una u otra razón la Luna se ausenta cada mes unos días del firmamento, en los que baja a la Tierra para disfrutar de la compañía de su amado, mientras que el resto del tiempo tiene que conformarse acariciando su cuerpo dormido, con sus rayos, desde el cielo.
De la unión entre Selene y Endimión nacieron cincuenta hijas, las "Menae" o "Menai", que personificaban las fases de la Luna y presidían los cincuenta meses lunares.
Entre estas se cree que estarían Menea (la Luna Nueva), Mesomene (la Luna Creciente), Pandeia, (la Luna Llena), Meniskos (la Luna Menguante) y Mene (?).
Algunas versiones también hacen a Endimión y Selene padres del héroe Naxos, de la isla del mismo nombre. En otras versiones es Zeus, junto con Selene, el padre de Pandia, la Luna Llena y del León de Nemea, del que algunos también la consideraban madre.

Selene también habría sido seducida por Pan, el dios pastoral de la fertilidad, quien envuelto en una piel de oveja le habría regalado los yugos de los bueyes que tiraban de su plateado carro.

A Selene se la representa como a una mujer de rostro pálido y vaporosas túnicos o velos, con una media luna sobre la cabeza, conduciendo un carro de plata tirado por bueyes blancos (o según Homero, por caballos) o montada sobre éstos y a veces portando una antorcha.

En la mitología romana Selene era la diosa Luna, que al igual que Selene lo fue por Ártemis, se la suplantó en gran medida por la diosa Diana. En el Monte Palatino había un templo dedicado a "Luna Noctulica", ("Luna que brilla en la Noche") y se celebraban festivales en su honor el 31 de Marzo, el 24 y el 29 de Agosto.


viernes, 13 de enero de 2012

EL GOLEM


El Golem es una criatura perteneciente a la mitología hebrea y el imaginario medieval.
Su nombre, que viene a significar "ser incompleto" o "ser amorfo", aparece ya en la Biblia (Salmos 139:16) y de hecho en el Talmud se dice que Adán fue creado primeramente como un golem.

El Golem es descrito en la tradición judeocabalística como un ser dotado de vida por una persona de gran acercamiento a Dios, imitando su obra en la creación del hombre. De esta modo los golems son creados a partir de barro y dotados de vida mediante un ritual mágico-religioso.
Este ritual mágico-religioso suele incluir la pronunciación o la escritura del tetragramatón YHWH, que representaba el nombre del dios hebreo, ya que la pronunciación o escritura de este último estaba prohidida y era considerada una blasfemia.
En el Sefer Yetzirah, "El Libro de la Creación" de la cábala judia, encontramos instrucciones de como crear un golem, aunque el proceso de creación de este es discutido por diferentes rabinos.

Algunos rituales incluyen caminar o bailar alrededor de la recién creada figura de barro con forma humana y pronunciar una combinación de letras pertenecientes al alfabeto hebreo seguida del nombre de Dios, mientras que para "matar" al golem debe realizarse el ritual a la inversa; en otros se escribe la palabra "emet", "verdad", formada por las letras "aleph", "mem" y "tav" en la frente del golem o en una tablilla bajo su lengua...al borrar la letra "aleph" la palabra "emet" se convertiría en "met", que significa "muerte", acabando así con la existencia de la criatura.

Cuenta una leyenda medieval que el profeta Jeremías y su hijo, Ben Sira, consiguieron, mediante la correcta combinación de letras y números, darle vida a un Golem, en cuya frente pusieron la inscripción
"Yahveh es la verdad"que contenía las letras con las que habían logrado descifrar el secreto de la creación.
Pero el Golem consiguió arrancarse una de las letras -la primera del alfabeto, aleph- y la inscripción cambió totalmente de sentido, rezando: "Dios está muerto" . Jeremías y su hijo preguntaron entonces al Golem por lo que hacía. La respuesta, que resultó reveladora, fue la siguiente: "Les contaré una parábola: Habia un hombre que era un creador y un sabio. Al verlo las personas lo hicieron rey, Más adelante llegaron otras personas y aprendieron esa profesión: ellos abandonaron al primer hombre y se dirigieron al último. es el caso del Sagrado, Bendito sea, que consultó el Sefer Yetzirah y creó el mundo, y todas las criaturas lo hicieron rey. Cuando llegues y hagas lo que Él ha hecho ¿qué va a pasar al final? Van a abandonarlo,al que te creó, y se volverán hacia tí".
Entendiendo que habían juegado a ser Dios, Jeremias y su hijo le preguntaron al Golem qué hacer y este les respondió "Retroceder", tras lo cual se convirtió en polvo.

En esta leyenda el Golem es una criatura inteligente, aunque que en general se lo suele representar, tal y como indica el significado de su nombre, una criatura inacabada y por tanto dotada de poca inteligencia y mucho menos de habla.

En el Sefer Yetzirah algunos autores afirman que es posible crear un golem perfecto a traves de la sabiduría y la perfección espiritual, sin embargo en la mayoría de las leyendas y el imaginario popular el Golem es un ser incapaz de hablar y sin inteligencia propia , creado para acatar las órdenes de su creador. De hecho en hebreo moderno la palabra "golem" se utiliza en tono despectivo como sinónimo de "tonto" o "estúpido".

Existen numerosas leyendas sobre golems originadas en la Edad Media, período en el que esta figura se desarrolló en gran medida, sin embargo la leyenda más conocida sobre el Golem es la del rabino Judah Löw ben Bazalel, Marahal de Praga, un rabino del siglo XVI quien, gracias a sus conocimientos alquímicos y cabalísticos logró dar vida a un ser que había modelado, según se cuenta, con arcilla procedente de las orillas del rio Vltava (río Moldava) en Praga.
Este ser, al que según algunas leyendas habría dado vida intruduciendo bajo su lengua el "shem", una tira de pergamino con una inscripción mágica en hebreo que contenía el nombre de Yahveh, y según otras escribiendo en su frente la palabra "emet" ("verdad"), fue creado por el rabino Judah Löw con la intención de defender Josefov, el guetto judío de Praga, de los ataques cristianos antisemitas y de ayudarle con las tareas de la sinagoga.
Invariablemente, según unas u otras versiones de la leyenda, el Golem escapa al control de su creador y debido a su desmesurada fuerza y su falta de inteligencia es necesario destruirlo.
En algunas versiones el rabino Judah Löw olvida retirar el "shem" de la boca del Golem llegado el sabat, el dia de descanso para los judios, y este comienza a destruir todo aquello que encuentra a su paso...en otras versiones el Golem se rebela contra su creador o los cristianos convencen al rabino de que los ataques cesarán si destruye al Golem.
De esta manera Judah Low retira para siempre el "shem" de debajo de la lengua del golem o borra de su frente la letra "aleph", cpnvirtiendo la inscripción "emet" en "met" muerte y el golem es convertido de nuevo en uina masa inerte.
Según la leyenda este Golem permanecería oculto en el ático de la sinagoga de Praga, esperando a que de nuevo se requieran sus servicios.

En esta leyenda se basó el famoso libro de Gustav Meyrinck, "El Golem" (1915), la cual a su vez inspiró a otros autores literarios y la película expresionista del cine mudo "El Golem" de Paul Wegener (1920).
Es famoso también el poema de Borges que hace referencia a la leyenda de Judah Low:

El Golem
Si (como el griego afirma en el Cratilo)
El nombre es arquetipo de la cosa,
En las letras de rosa está la rosa
Y todo el Nilo en la palabra Nilo.
Y, hecho de consonantes y vocales,
Habrá un terrible Nombre, que la esencia
Cifre de Dios y que la Omnipotencia
Guarde en letras y sílabas cabales.
Adán y las estrellas lo supieron
En el Jardín. La herrumbre del pecado
(Dicen los cabalistas) lo ha borrado
Y las generaciones lo perdieron.
Los artificios y el candor del hombre
No tienen fin. Sabemos que hubo un día
En que el pueblo de Dios buscaba el Nombre
En las vigilias de la judería.
No a la manera de otras que una vaga
Sombra insinúan en la vaga historia,
Aún está verde y viva la memoria
De Judá León, que era rabino en Praga.
Sediento de saber lo que Dios sabe,
Judá León se dio a permutaciones
de letras y a complejas variaciones
Y al fin pronunció el Nombre que es la Clave.
La Puerta, el Eco, el Huésped y el Palacio,
Sobre un muñeco que con torpes manos
labró, para enseñarle los arcanos
De las Letras, del Tiempo y del Espacio.
El simulacro alzó los soñolientos
Párpados y vio formas y colores
Que no entendió, perdidos en rumores
Y ensayó temerosos movimientos.
Gradualmente se vio (como nosotros)
Aprisionado en esta red sonora
de Antes, Después, Ayer, Mientras, Ahora,
Derecha, Izquierda, Yo, Tú, Aquellos, Otros.
(El cabalista que ofició de numen
A la vasta criatura apodó Golem;
Estas verdades las refiere Scholem
En un docto lugar de su volumen.)
El rabí le explicaba el universo
"Esto es mi pie; esto el tuyo; esto la soga."
Y logró, al cabo de años, que el perverso
Barriera bien o mal la sinagoga.
Tal vez hubo un error en la grafía
O en la articulación del Sacro Nombre;
A pesar de tan alta hechicería,
No aprendió a hablar el aprendiz de hombre,
Sus ojos, menos de hombre que de perro
Y harto menos de perro que de cosa,
Seguían al rabí por la dudosa
penumbra de las piezas del encierro.
Algo anormal y tosco hubo en el Golem,
Ya que a su paso el gato del rabino
Se escondía. (Ese gato no está en Scholem
Pero, a través del tiempo, lo adivino.)
Elevando a su Dios manos filiales,
Las devociones de su Dios copiaba
O, estúpido y sonriente, se ahuecaba
En cóncavas zalemas orientales.
El rabí lo miraba con ternura
Y con algún horror. ¿Cómo (se dijo)
Pude engendrar este penoso hijo
Y la inacción dejé, que es la cordura?
¿Por qué di en agregar a la infinita
Serie un símbolo más? ¿Por qué a la vana
Madeja que en lo eterno se devana,
Di otra causa, otro efecto y otra cuita?
En la hora de angustia y de luz vaga,
En su Golem los ojos detenía.
¿Quién nos dirá las cosas que sentía
Dios, al mirar a su rabino en Praga?



Algunas leyendas cuentan también que durante la Segunda Guerra Mundial un agente nazi subió al ático de la sinagoga de Praga con la intención de apuñalar al Golem inerte, pero que su cuchillo se quebró contra el ser de barro.
El Golem se ha convertido en una figura clásica del imaginario popular apareciendo en numerosos libros, películas y juegos de rol, aunque a menudo su figura se desvirtua y modifica.





jueves, 12 de enero de 2012

LAS MUJERES EN LA ANTIGUA GRECIA

Pese a que Atenas, la ciudad-estado más importante de la Grecia Clásica (junto con Esparta), es considerada la precursora de la democracia, las mujeres atenienses carecían de derechos ciudadanos.
Pese a que en la sociedad minoica y en tiempos homéricos las mujeres habían desempeñado un papel importante, en la Grecia clásica carecían de derechos jurídicos y políticos y su funciones primordiales eran el matrimonio y la maternidad.
El único lugar donde poseían autoridad era dentro de su hogar, en el que permanecían confinadas la mayor parte del tiempo, siendo allí la "déspoina" (el ama).
Las mujeres solían gobernar y dirigir su hogar, pero fuera de él (y frente a su marido) su condición era dependiente y subordinada.
Las jóvenes solían casarse en torno a los catorce o quince años, y las de clase acomodada eran preparadas y educadas desde los seis años para ejercer como esposas y amas de casa.
Su contacto con el sexo masculino, hasta el momento del matrimonio, era casi nulo, ya que permanecían recluídas en el gineceo (los aposentos destinados a las mujeres), alejadas incluso de los miembros masculinos de su propia familia.
Eran entrenadas en las labores del hogar por sus madres o abuelas.
Las muchachas atenienses solo cruzaban el umbral de su casa para asistir a los sacrificios y celebraciones de carácter religioso.
Las mujeres pasaban de la tutela de su "kyrios" (su padre, o en su defecto un hermano o familiar bajo el que estuviera su tutela) a la de su marido.
De hecho, ellas no participaban en la elección de su futuro esposo, el cual era elegido por su kyrios, sin necesidad del consentimiento de la muchacha.
La hija "epiclera" (la que era heredada por un hermano de su padre difunto), debía casarse con el pariente masculino más próximo a su padre.
La función esencial del matrimonio en la antigua Grecia era la perpetuación de la sangre familiar, es decir, tener hijos, para que estos cuidasen a su padre en su vejez y lo sepultasen de acuerdo a los ritos.
De hecho el matrimonio tenía en gran medida un carácter religioso en la antigua Grecia.
Los ciudadanos atenienses se casaban ante todo para tener hijos varones, al menos uno que perpetuase su sangre y garantizase para su padre el culto que se debía rendir a los antepasados.

Aunque en Atenas no existía como en Esparta, castigo para los solteros, si que se consideraba el matrimonio como una obligación social y religiosa, y los solteros estban muy mal considerados, aunque aquellos que tenían hermanos mayores ya casados podían eludir el matrimonio con mayor facilidad.

Para los griegos el amor no era algo necesario en el matrimonio. Es más, las relaciones con las mujeres se consideraban algo simplemente necesario para la procreación, ya que el ideal griego de amor era entre dos hombres. Los atenienses veían a su esposa simplemente como a la madre de sus hijos, y a menudo satisfacían sus apetitos carnales con muchachos y cortesanas.
Aún así, a veces surgía el amor en el matrimonio, al igual que no todos los griegos eran "homosexuales".
Sin embargo, la homosexualidad masculina era algo totalmente aceptado, considerado normal e incluso idealizado.
Por supuesto que existía la atracción entre hombres y mujeres y en muchas obras teatrales y poéticas vemos ensalzado el amor conyugal, pero Plutarco en su obra, se siente obligado, antes de hacer apología del matrimonio, a demostrar que las muchachas, al igual que los muchachos, podían despertar el "eros" (amor).
De hecho, el ideal de belleza griego era masculino.
Volviendo al tema del matrimonio, mientras que las mujeres podían casarse en cuanto alcanzaban la pubertad, los hombres no se casaban antes de alcanzar la mayoría de edad (los dieciocho años), y normalmente no lo hacían hasta después de la efebía (el servicio militar), que duraba hasta los veinte. A menudo la diferencia de edad entre los esposos era considerable, y Hesíodo aconsejaba al hombre casarse hacia los treinta con una jovencita de dieciseis.

Se cree que las mujeres griegas ni siquiera asistían a su promesa de matrimonio ("engýesis" ="entrega de una prenda"), la cual era un acuerdo solemne y ritual entre el kyrios de la joven y el futuro esposo, al cual debían asistir algunos testigos.

En la época homérica era el pretendiente el que ofrecía regalos a su futuro suegro, pero la costumbre se invirtió, pasando a ser el kyrios el que entregaba una dote al futuro marido. Era raro que una joven se casase sin dote, excepcional, pues parece ser que ésta distinguía hasta cierto punto el matrimonio del concubinato.
La ceremonia nupcial era llamada "écdosis", necesaria para la consumación del matrimonio ("gamos"), consistía principalmente en el traslado de la novia a casa de su "marido".
El mes en el que más matrimonios se celebraban era "Gamelion" (Enero), "mes del matrimonio", el séptimo mes del año ateniense, el cual estaba dedicado a la diosa Hera (protectora del matrimonio).
Las ceremonias comenzaban la víspera del día en que la novia se trasladaría a su nuevo hogar.
Se ofrecería un sacrificio a las divinidades protectoras del matrimonio (Zeus, Hera, Artemisa y Apolo) y la novia consagraría los juguetes y objetos de su infancia.
Después tendría lugar el rito principal, el baño purificador de la novia, para el cual un séquito iba a buscar agua a una fuente llamada "Calíroe"; el novio, por su parte, también debía tomar un baño ritual.
El día de los esponsales se decoraban las casas de la novia y el futuro esposo con guirnaldas de olivo y laurel y se celebraban un sacrificio y un banquete en casa del padre de la novia, la cual iba cubierta con un velo que posiblemente no se quitaba hasta llegar a casa del esposo. Mientras la novia tiene a su lado a la "ninfeutria", una mujer para asistirla y ayudarla en las ceremonias matrimoniales, el novio tiene al suyo al "parocos", su doncel de honor.
Hombres y mujeres estaban separados durante el banquete, que incluía platos tradicionales como las tortas de sésamo, símbolo de fecundidad.
Al anochecer se formaba la comitiva que conduciría a la novia a su nueva casa.
Un carro tirado por mulos o bueyes conducía a los esposos de una casa a otra, y la novia llevaba un telar y un tamiz, símbolos de su próxima vida doméstica.
Los amigos y familiares seguian al carro, el cual era conducido por un amigo del esposo, a pie, al ritmo del canto del himeneo.
Antiguamente, el traslado era escenificado como un rapto, costumbre que se conservó en Esparta.
A la puerta de su nueva casa esperaban los padres de la novia, él con una corona de mirto en la cabeza y ella con una tea.
Se extendían sobre la novia nueces e higos secos (un rito que también se practicaba cuando llegaba un nuevo esclavo a casa). Se le ofrecía una tarta de sésamo y miel o un membrillo o dátil, símbolos de fecundidad.
Después, la pareja entraba en el tálamo (cámara nupcial), cuya puerta quedaba cerrada y custodiada por uno de los amigos del marido (el thyrorós).
Los demás invitados cantaban ruidosamente y alborotaban para alejar a los malos espíritus.

El día siguiente a la boda era festivo y los padres de la novia llevaban solemnemente, al son del oboe, regalos ala nueva pareja (epaulia), y entonces sería quizá cuando se entregaría la dote prometida.

Un marido tenía derecho a repudiar a su esposa en cualquier momento y sin necesidad de ningún motivo para ello. El adulterio de la esposa, sin embargo, hacía casi obligatorio el repudio, bajo pena de "atimía" para el marido. Pero cuando un marido repudiaba a su mujer debía también dovelcer la dote, lo que en muchos casos seguramente fue un freno para el divorcio.

Cuando era la esposa la que pedía el divorcio, debía ir a ver al araconte, el protector natural de los indefensos (ya que las leyes la colocaban en tal estado) y entregarle un escrito en el que expresase los motivos por los que requería el divorcio.
El araconte era quien valoraba esos motivos, aunque lo más probable es que la infidelidad por parte del esposo no fuera considerada causa del divorcio, ya que las relaciones extramatrimoniales por parte de éste no estaban mal consideradas.

Aún después de casadas, las mujeres permanecían la mayor parte del tiempo en casa (especialmente las de clases sociales altas, ya que las mujeres de familia pobre a veces se veían obligadas a trabajar fuera de casa para contribuír a la economía familiar), donde se hallaban la mayor parte del tiempo recluídas en el gineceo.
Cuando debían salir lo hacían acompañadas por una doncella, una esclava.

Las mujeres ni siquiera debían mostrar interés por lo que ocurría fuera de su casa, pues eso eran asuntos reservados a los hombres. De hecho los esposos no tenían demasiada relación entre ellos. Ni siquiera comían juntos y las mujeres solo se "mezclaban" con los hombres en las celebraciones familiares.
En Atenas había unas fiestas reservadas a las mujeres casadas, las "Tesmoforias".

Los atenienses podían también tener concubinas ("pallaké") sin separarse por ello de su mujer legítima. Según algunos autores en la época de la Guerra del Peloponeso, para evitar la despoblación, todo ateniense fue autorizado a tener dos mujeres, incluso aunque una de ellas fuese extranjera.
Se sabe que ,durante y tras la feroz guerra del Peloponeso, que duró treinta años, muchas mujeres adoptaron costumbres más libres, siguiendo el ejemplo de las espartanas, cuya libertad destacaba en oposición a la de las atenienses.
Ese desorden provocó la creación de una magistratura especial encargada de vigilar el comportamiento de las mujeres.

Los griegos no solían tener muchos hijos (en parte porque satidfacían en gran medida sus necesidades sexuales fuera de casa y en parte porque así había menos bocas que alimentar y no se dividía el patrimonio entre muchos herederos).
Se consideraba legítimo tanto el aborto como el abandono o la venta de los propios hijos, medida a la cual se recurría especialmente en el caso de que el recién nacido fuera niña.
Sin embargo, las mujeres no podían abortar sin el consentimiento de su marido, ni tampoco podía hacerlo una esclava sin el consentimiento de su amo.
De todos modos, los griegos diferenciaban entre el embrión formado y el embrión sin formar, siendo el aborto en el primer caso considerado una muerte.
De igual modo, no se podía matar al niño una vez nacido, pero sí dejarlo morir de hambre o abandonarlo.

Las atenienses daban a luz rodeadas de las mujeres de la casa. La "maia" era cualquier mujer capaz de actuar como "omfalotomos" (cortadora del cordón umbilical), aunque en partos difíciles se recurría a una comadrona o un médico.
Todo nacimiento suponía una impureza, tanto para la madre, como para las personas que vivían en la casa y por ello se pintaba la casa con pez antes del nacimiento, con la intención de alejar los malos espíritus (tampoco podía producirse ningún nacimiento dentro de un santuario).
En cuanto nacía, el bebé se colocaba sobre una rama de olivo si era niño, o sobre una banda de lana si era niña.
Tras el nacimiento, el quinto o sexto día, se celebraban las "Anfidromias", que suponían una purificación para la madre y para todas las personas que habían intervenido en el parto, y a partir de ese momoento el recién nacido era considerado miembro de la familia.
Al décimo día tras el nacimiento, se consideraba que la madre estaba purificada, y podía proseguir con sus ocupaciones habituales.



Las cortesanas ("hetarai"), eran esencialmente esclavas, aunque las propiamente llamadas hetairas eran prostitutas de lujo, cultas e instruídas en diversas artes, y se sabe que alguna de ellas llegaron a casarse con príncipes, convirtiéndose en reinas.
Es famosa la historia de Frainé a quien su amante Hipérides logró absolver en un juicio entablado por impiedad (pues ella se había comparado con la propia Afrodita, habiendo servido de modelo a Praxíteles, del que también fue amante, para varias estatuas de la diosa). Se dice que Hipérides consiguió la absolución mostrando a Frainé desnuda (aunque la veracidad de la anécdota es dudosa).
Friné llegó también a erigir con su fortuna su propia estatua de oro en el santuario de Delfos, junto a la de generales y reyes.

Parte de los beneficios de las casas de prostitución sirvieron para construir el templo de Afrodita Pandemos (no debemos olvidar que Afrodita era protectora de las prostitutas, además de diosa del amor, la belleza y el erotismo).

Muchas cortesanas, hetairas, recibían una educación más libre y amplia que las burguesas y nobles en el campo de la música, el canto y la danza, ya que muchas veces las hetairas asistían a los banquetes a tocar el oboe, cantar y bailar.




martes, 3 de enero de 2012

ONIRIA


"¿Qué es la vida? Un frenesí
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño
y los sueños, sueños son" (Calderón de la Barca)


"En una noche de otros tiempos, fui una mariposa revoloteando contenta con su suerte. Luego me desperté siendo Chuang Tzu. ¿ Quien soy en realidad ? ¿ Una mariposa que sueña que es Chuang Tzu, o Chuang Tzu que imagina haber sido una mariposa ?"

La definición de soñar es la representación mental de imágenes, sonidos, pensamientos o sensaciones durante el sueño, generalmente de forma involuntaria. El acto de soñar se produce durante una fase del sueño llamada fase REM (Movimiento Rápido de los Ojos, por sus siglas en inglés Rapid Eye Movement) que tiene lugar en el último tramo del ciclo del sueño. Pero, lejos de definiciones "científicas" ¿qué es realmente soñar?
Soñamos todas las noches, pasamos una tercera parte de nuestra vida durmiendo y de esa tercera parte un cuarto de ella la pasamos soñando. A lo largo de la historia y en las diferentes culturas el significado y la interpretación de los sueños y la propia concepción del acto de soñar han cambiado
Desde que el hombre es hombre, desde la antiguedad hasta los tratados de Freud , el hombre ha tratado de dar explicación y significado a los sueños.
En la antigüedad existían culturas que veían los sueños como una extensión de la realidad, siendo incluso más poderoso el mundo de los sueños.
Tanto en la Roma como en la Grecia clásicas la interpretación de los sueños era utilizada para tomar decisiones importantes. Muchas veces se consideraban incluso mensajes de los dioses.
Esta concepción de mensaje divino está presente en multitud de culturas y religiones. Incluso en la biblia cristiana muchas veces los sueños son mensajes del propio dios cristiano y también se habla de sueños proféticos.
En China se veía el mundo de los sueños como un lugar real que cada noche el alma o espíritu iba a visitar, una especie de universo paralelo espiritual.
En algunas tribus indígenas americanas se consideraban los sueños como el lugar donde habitaban los ancestros y por tanto la manera de comunicarse con ellos.
El hecho es que no solo soñamos cuando dormimos.
Vivimos soñando durante casi todo el día. Unicamente constatamos una leve diferencia de percepción. Cuando soñamos con nuestro cuerpo activo (estado de vigilia) percibimos los sueños como si " estuvieran dentro de nuestra cabeza". Desde el momento en que nuestro cuerpo está pasivo (durmiendo) los sueños nos rodean.
El lenguaje de los sueños suele ser símbólico. Y a pesar de que existen multitud de diccionarios para interpretar sueños y significados generalizados, "cada sueño es un mundo", los significados que se pueden encontrar en un manual son muy generales, los significados de los sueños cambian para cada uno de nosotros, existen multitud de factores que influyen en el significado de un sueño, tales como el contexto del propio sueño o las circunstancias del momento de nuestra vida en el que éste se produce...

Los sueños son una mezcla de factores de influencias fisiológicas (como cuando hemos cenado demasiado), externas (como cuando el sonido del despertador se introduce en nuestro sueño), nuestra memoria, nuestros deseos conscientes e inconscientes y una parte del inconsciente colectivo o mundo astral.

Los sueños nos aportan concocimiento acerca de nosotros mismos. Son una puerta a un mundo más allá de nuestra propia consciencia, una forma de conexión con nuestro propiio inconsciente y con el inconsciente universal.
Los estudios han demostrado que las ondas cerebrales están más activas cuando soñamos que cuando estamos despiertos.


Para recordar los sueños exiten algunos trucos tales como mentalizarse para recordar lo que soñemos antes de dormirnos, dejar papel y boli en la mesilla de noche y no movernos en cuanto nos despertemos, sino quedarnos en la cama "semidiormidos" recuperando lo que hemos soñado y escribirlo inmediatamente en cuanto nos levantemos.