domingo, 3 de octubre de 2010

AFTER LIFE


¿Qué harias si, tras un accidente, te despertases en el tanatorio y te dijeran que has muerto? A esta situación le toca enfrentarse a Anna, la protagonista de "After Life" un thriller escrito y dirigido por Agniezska Wojtowicz-Vosloo y protagonizado por Liam Nesson, Christina Ricci y Justin Long

Teniendo en cuenta la poca originalidad de los últimos estrenos que he tenido la oportunidad de ver y el creciente descuido de los guiones en pro de unos efectos especiales y una fotografía que cada vez son mejores y más espectaculares pero que no van acompañados por argumentos interesantes dentro del cine actual he de decir que "After Life", la cual he visionado recientemente en V.O, ha sido una de las pocas películas decentes que me he "echado a la cara" ultimamente.

Anna (Christina Ricci), una profesora de escuela que lleva una vida sin alicientes sufre un accidente de coche tras el cual se despierta, confusa y asustada, en la camilla de una morgue donde recibe la noticia de que ha muerto.
Ante las dudas de Anna, que puede moverse y hablar (aunque sufre una extraña insensibilidad en todo su cuerpo y su aspecto es semejante al de un cadáver), Eliot Deacon, el director de la funerario, le confiesa que posee un don que le permite hablar con los muertos y ayudarlos en su transición entre la vida y la muerte, estado en el que actualmente se encuentra Anna.
El film, a partir de entonces, nos introducirá dentro de la piel de la propia Anna, haciéndonos compartir sus dudas, así como las de su novio, Paul (Justing Long) y uno de sus alumnos, Jack (Chandler Canterbury), que presienten que algo extraño sucede, durante los tres días que median entre la muerte oficial de Anna y su inminente entierro.


El argumento, que en cierto manera mezcla elementos de "El Entierro Prematuro de Poe" con un psicópata tipo Jigsaw,  es original y efectivo, mientras que el buen hacer de los protagonistas (Liam Nesson y Christina Ricci) consigue mantener la expectación y hacernos dudar durante toda la película. 
Otro de los personajes clave, en mi opinión, es Jack, ese niño "especial", dulce y sensible pero a un mismo tiempo inquietante, que no nos revela "de qué lado está" hasta el final de la película.
La interpretación más floja, quizá es la de Justin Long, que de nuevo interpreta el papel de sufrido novio (como ya hiciera en "Arrastrame al Infierno).

La aúnica pega de la película es que por momentos se hace un poco larga y da la sensación de que sobran minutos de un desarrollo que desemboca en un final acelerado (y un poco forzado tras el entierro de Anna).
Aún así está muy bien resuelta y tanto la tensión y la intriga como la interpretación de los personajes rescatan la película de los pequeños momentos de bajón argumental que esta sufre. 

Personalmente recomiendo su visionado aunque no debemos esperarnos la típica película de terror/suspense hollywoodiense ya que ostenta una decadencia y un número tan conciso y limitado de personajes, escenarios y espacio temporal en que se dessarrolla que comparada con el despliegue de medios a los que ultimamente nos tiene acostumbrados la industria cinematográfica casi se sitúa a medio camino entre el cine mainstream (al fin y al cabo sus protagonistas son actores de primera fila) y el cine independiente.





No hay comentarios: