viernes, 8 de octubre de 2010

HESTIA (VESTA) Y LAS VESTALES

Art by Thalia Took


Hestia (en griego antiguo Ἑστία , "hogar") es en la mitología griega una diosa virgen del hogar, la familia y los asuntos domésticos.
Hija de Cronos y Rhea, en un principio pertenecía a la familia de los Olímpicos (las doce deidades de "primera línea" dentro de la mitología griega), aunque posteriormente cedería este puesto al joven dios Dionisos para cuidar el fuego sagrado del Monte Olimpo.

De ella dice Homero que fue "la primera y la última" en nacer de los Olímpicos, ya que a pesar de ser la primera en venir al mundo, tras lo cual fue inmediatamente engullida por su padre Cronos, fue la última en ser regurgitada su padre cuando Zeus lo intoxicó para obligarle a liberar a sus hermanos.

Hestia era la diosa de los fuegos rituales y sagrados, y por extensión el elemento fuego le estaba consagrado. En relación a su papel de diosa del hogar la familia inventó y enseñó a la humanidad el arte de construir casas. Se la representaba con un velo, portando en una mano una anorcha y en otra un ramo de flores o un cuenco.

Aunque era una de las principales diosas de la mitología griega pocas veces interviene en los mitos y leyendas lo cual normalmente se atribuye a su naturaleza pasiva y poco dada a los enfrentamientos y a que la labor de cuidar el fuego sagrado del Olimpo requiere que este nunca sea abandonado. Prueba de su importancia es que se le reservaba un lugar prominente en todas las casas y era la primera a la que se hacían las ofrendas en un banquete, acompañadas por la frase "Hestia viene primero" (" pues sin ti no hay banquetes para los mortales; que
en ninguno deja de comenzarse libando el vino dulce como la miel a Hestia en
primero y último lugar" Himno Homérico a Hestia), también se terminaban todas las oraciones y ofrandas invocando su nombre.

Hestia se consideraba la diosa del "hogar" entendiendo este como el fuego que da calor y alrededor del cual se reúne la familia, su regencia se extendía también a toda la vivienda y los asuntos domésticos; esta influencia no sólo alcanzaba el ámbito familiar sino que era considerada protectora y patrona de todos los hogares, altares, cuidades y estados. Como equivalente público del fuego del hogar los griegos tenían el "prytaneum", una especie de "embajada" (era lugar de reunión de los senadores y allí se recibía a las personalidades importantes y embajadores extranjeros) y templo, donde ardía, día y noche un fuego sagrado, el cual nunca debía apagarse a no ser que fuese ritualmente extinguido y renovado (y si se apagaba debía encenderse de modo ritual mediante fricción o con cristales calentados al sol). Cuando los griegos fundaba una nueva colonia portaban una antorcha con el fuego sagrado del prytaneum, prendiendo con él un nuevo altar en la recién fundada polis.
Los altares domésticos, dedicados a Hestia, en donde ardía el fuego del hogar, eran de suma importancia tanto en la cultura griega como en la romana, simbolizaban la seguridad del hogar y la unidad de la familia. No debía cometerse ningún "acto impuro" ante un fuego sagrado, ya fuera en un altar doméstico o público. Esta importancia de los fuegos sagrados posiblemente sea una reminiscencia de épocas mucho más antiguas en las cuales había pocos fuegos disponibles o todavía no se conocía bien el método para lograr fuego y se los cuidaba para evitar su extinción, épocas en las cuales los fuegos que se encendían alrededor del asentamiento daban seguridad, protección y calor a quienes dormían alrededor de ellos

Una de las pocas intervenciones de Hestia en los mitos la encontramos cuando, tras la victoria de Zeus sobre los Titanes y su establecimiento como dios supremo de los cielos y el Olimpo, Hestia es cortejada por Apolo y por Poseidón, sin embargo ella jura sobre la cabeza de Zeus que siempre permanecerá virgen, gracia que Zeus le concede junto con el privilegio de la primera ofrenda en los banquetes y el patronazgo sobre los hogares y los asuntos domésticos.

Solo un dios, Príapo (dios de la fertilidad representado como un enano deforme con un falo en perpetua erección), se atrevió en una ocasión a intentar mancillar la virginidad de Hestia, durante una fiesta. Embriagado, el dios se acercó a ella mientras todos dormían, con la intención de violarla, pero Hestia fue despertada por los rebuznos de un burro (razón por la cual durante la festividad de la diosa se coronaba a estos animales con guirnaldas de flores) y Príapo huyó avergonzado.

Según algunas teorías Hestia sería una antigua diosa madre (de hecho su culto era asociado a menudo al de Gea/Gaia, Deméter o Hera), de este modo el juramento de Hestia sobre la cabeza de Zeus sería una estratagema literaria de Homero (cuya obra se esfuerza en reforzar la supermacía de Zeus, los dioses masculinos y la sociedad patriarcal) y la concesión de éste de la primera ofrenda en un banquete a la diosa la tergiversación de un ritual demasiado arraigado como para eliminarlo.

Algunas teorías van más allá y consideran a Hestia una diosa universal, asociándola al fuego primordial que arde an las entrañas de la tierra debido a su asociación con el "omphalos" ("ombligo") centro del mundo para los griegos sobre el que se fundó el santuario de Delfos, en un principio consagrado a la Diosa, pero cuya regencia le fue arrebatada por Apolo con la institución de la sociedad patriarcal.

El culto de Hestia en Grecia tendría su equivalente en la diosa escitia Tabiti, diosa del fuego y las bestias.

Para los romanos el equivalente de Hestia era Vesta, la cual como diosa del hogar y la familia cobró gran importancia dentro de esta cultura. Así, el primer templo construído en Roma se dice que estaba dedicado a Vesta. Éste era un templo circular donde no existía ninguna estatua de la diosa, solo el fuego sagrado; en el atrio del templo se hallaba la imagen de un falo, Fascinus, que representaba la fuerza masculina fertilizadora. Según algunas leyendas que nos transmite Plutarco los fundadores de Roma serían hijos de una virgen y de un falo fantasmal que salió del fuego y el mismo origen habría tenido Servio, nacido de una vestal (o una esclava) y de un falo aparecido entre las cenizas del hogar del rey Tarquinio Prisco...leyendas como esta justificarían la presencia de esta estatua fálica en el templo, en el que sin embargo no se permitía la entrada a los hombres. De hecho en el año 241 a.C se produjo un gran incendio (el primero de Roma) y se el Pontífice Máximo Lucio Cecilio Metello entró en el templo y consiguió salvar el Palladium, una imagen de la diosa Palas Atenea/Minerva que trajo consigo tras la guerra de Troya), se dice que su entrada en el templo, a pesar de ser para tratar de salvar algunas de las reliquias de Roma que allí se custudiaban, le costó la cegera, al acceder a un templo en el que no le estaba permitida la entrada a los hombres.
La Vestalia, festividad romana deducada a Vesta, se celebraba entre el siete y el quince de junio, siendo una de las festividades más populares del Imperio.
Durante estos días las estatuas de la diosa eran transportadas en procesiones públicas, las puertas del templo se abrían y las matronas (damas que gozaban de estatus social y económico) acudían con los pies descalzos y los cabellos al viento para pedir el favor de la diosa.


LAS VESTALES
En Roma existía en honor de Vesta la institución de las vestales, sacerdotisas vírgenes cuya ocupación principal era guardar el fuego sagrado. El número de estas últimas en un principio era de cuatro, ampliándose posteriormente a seis (según algunas fuentes en época tardía se añadió una séptima vestal), eran seleccionadas cuando contaban tan solo entre seis y diez años de edad, debían ser vírgenes, hermosas e hijas de padres conocidos. En un principio sólo se seleccionaban niñas de la aristocracia (hijas de patricios) pero con el tiempo se comenzarían a seleccionar niñas de los ciudadanos cuyas ocupaciones laborales fueran decentes y honradas. La selección "Capere"tenía lugar cuando se abría una vacante en la orden. Asi, el Pontífice Máximo seleccionaba de entre veinte niñas (si es que antes una familia de gran prestigio no ofrecía a su hija) a una a la que guiaba de la mano al templo. Cuando una vestal era elegida se la separaba de sus padres y se la conducía al templo de Vesta, donde le eran cortados los cabellos y se la suspendía de un árbol a fin de dejar claro que ya no dependía de su familia.
El servicio como vestal duraba treinta años, diez de los cuales estaban dedicados al aprendizaje, diez al servicio propiamente dicho y diez a la instrucción de nuevas vestales. Terminado este servicio tenían la opción de casarse, auque pocas de ellas lo hacían. Según nos cuentan Ovidio y Suetonio la vestal de mayor importancia era llamada "Vestalis Maxima" o "Virgo Máxima", la cual participaba en el Colegio de Pontífices.

Las vestales contaban con ciertos privilegios no solo sociales, sino también personales que ninguna otra mujer romana ostentaba, como el de poder testar aún viviendo sus padres o disponer de sus posesiones sin tutor ni curador alguno. Eran muy respetadas y su sola presencia, si un preso se cruzaba con alguna de ellas camino del cadalso, podía absolverlo (si se demostraba que el encuentro había sido fortuito), se les reservaban lugares especiales en las ceremonias públicas y eran escoltadas por los lictores. Según una de las leyes romanas más antiguas no se podía matar a una virgen ni derramar la sangre de una vestal.
Sin embargo, el incumplimiento de sus obligaciones por parte de una vestal era también duramente castigado. Estos castigos fueron establecidos por Numa Pompilio, segundo rey de Roma, en el siglo VII a.C

Si el fuego sagrado se apagaba la vida en la ciudad se paralizaba ya que se consideraba un muy mal presagio; se reunía el Senado, se buscaban las causas, se remediaban, se expiaba el templo y se volvía a encender el fuego usando la luz solar como fuente de ignición. La vestal que hubiera estado de guardia cuando el fuego se apagaba era azotada.

Más castigado estaba aún el incumplimiento de las vestales de su voto de castidad, esto último significaba la lapidación o, en épocas más tardías, la decapitación o ser enterrada viva (este último fue establecido por el rey Tarquino Prisco).

El estatus de las vestales también se reflejaba en su vestimenta, que consistía en una túnica de fino lino blanco adornada con una orla de color púrpura (tinte de los mas caros en la época y que portaban los propios emperadores en su vestimenta). Otro de sus distintuvos era la vitta, que en su caso identificaba su posición sagrada en la sociedad, siendo lo primero de lo que eran despojadas si incumplían alguno de sus votos, ésta era una cinta con la que adornaban y sujetaban (junto con la ínfula, una especie de diadema formada por tiras de lana blanca y roja anudadas a intervalos regulares para formar una trenza larga que también portaban los sacerdotes y que simbolizaba la consegración a la divinidad de quien la portaba)) su cabello, el cual llevaban al modo de las novias, recogido en seis trenzas paralelas alrededor de la cabeza.
Durante los sacrificios portaban también un "amictus", pieza rectangular de tela blanca adornada con un borde (suffibulum), que iba sobre la cabeza y se sujetaba un broche bajo la garganta.

Las vestales habitaban el "Atirum Vestae"una enorme mansión anexa al Foro Romano y al Templo de Vesta y ubicada al lado del "Domus Publicae", hogar del Máximo Pontífice. En el año 64, tras el incendio de Roma, la Casa de las Vestales fue reconstruída por el emperador Nerón.

Como hemos explicado, su principal función era la de custodiar y mantener el fuego sagrado, que se encontraba en el templo de Vesta en Roma, al ser Vesta la diosa de todos los fuegos sagrados y rituales y por tanto considerada diosa del fuego por extensión, en su templo no había más agua que la necesaria y las vestales acudían diariamente al manantial sagrado de Egeria, junto a la Porta Capena, donde recogían el agua necesaria para purificar la tierra del templo (ya que el agua que abastecía a la cuidad no era adecuada para tal menester). También preparaban la "mola salsa", una harina ritual que se utilizaba en los sacrificios extendiéndola sobre el animal que se iba a inmolar (de ahí la etimología de la palabra "inmolar").
Otras tareas de las Vestales eran presenciar ceremonias religiosas, el atesoramiento de ciertas reliquias de carácter religioso (como el famoso "Paladium") y el cuidado de documentos estatales y cartas de suma importancia

Según cuenta la leyenda la orden de las vestales fue creada por el héroe troyano Eneas (considerado padre del Imperio Romano al ser un supuesto antepasado de los fundadores de Roma), de hecho se considera que la madre de sus descendientes, Rómulo y Remo, fue una vestal, Rhea Silvia. Según cuenta la leyenda ésta habría sido obligada por su tio Amulio (que había ocupado el trono tras asesinar a su sobrino, heredero al trono) a convertirse en vestal para que asi no pudiese tener descendencia. Sin embargo Rhea Silvia fue raptada y violada por Marte, dios de la guerra, tras lo cual dio a luz a dos gemelos. Su tio Amulio ordenó que fuese enterrada viva y que los recién nacidos fuesen asesinados, sin embargo el sirviente al que le fue encomendada la tarea, sintiando piedad abandonó a los gemelos en las orillas del rio Tiber, incapaz de darles muerte. Allí, fueron rescatados por el dios personificación del rio Tiber y dejados al cuidado de una loba, que los amamantó. En algunas versiones el dios del Tiber también rescata a Rhea Silvia y se casa con ella. Posteriormente Rómulo y Remo regresarían a Alba Longa (ciudad fundada por Ascanio, hijo de Eneas) y restablecerían en el trono a Numitor, padre de Rhea Silvia. Tito Livio en su libro "Ab Urbe Condita Libri" nos da una explicación más racional según la cual
el río creció cuando los soldados recibieron órdenes de asesinar a los gemelos, con lo cual éstos pensaron que el agua y el fango derivados de la crecida serían suficientes para ahogar a los recién nacidos, también pone en duda que fuera realmente una loba quien amamantó a los niños proponiendo a Aca Laurentia, prostituta casada con el pastor Fáustulo, como nodriza de Rómulo y Remo. La imagen de la loba que amamantó a los fundadrores de Roma habría surgido así del hecho de que la palabra "lupa" (loba en latín) significaba tanto "loba" como "prostituta".

Por otra parte Rhea Silvia podría haber sido en un principio una deidasd menor o diosa ctónica de los bosques, de hecho el nombre de "Silva" significa "Bosque" o "Selva" mientras que "Rhea" puede estar asociada con la palabra griega "rheô", que significa " flujo " (se asociaría por tanto al espíritu del Tíber) o según Carsten Niebuhr, con el nombre genérico de Rea , "Culpable" aludiendo al incumplimiento de su voto de castidad al ser violada por Marte.

Según otras versiones, entre las que se incluyen la de Plutarco y Aulio Gellio, el fundador de la orden de las vestales habría sido Numa Pompilio, segundo emperador romano, de origen etrusco.

Otras vestales conocidas fueron:

Tuchia, quien aunque fue acusada de romper sus votos de castidad, no fue castigada al "demostrar su inocencia" transportando agua con un colador.

Tarpeia, quien traicionó a Roma cuando ésta estaba enfrentada a los Sabinos, abriéndoles las puertas de la ciudad a cambio de que le entregaran parte del botín. Sin embargo, tras abrir las puertas fue aplastada por los soldados enemigos. El rencor por su traición llevó a los romanos a arrojar su cuerpo desde la roca más alta de la ciudad, la cual tomaría su nombre y se convertiría en lugar de castigo para los traidores.
Julia Aquilia Severa, quien escandalizó a toda Roma al romper sus votos y contraer matrimonio con el Emperador Elagabalus (razón por la cual fue imposible castigarla, pero que la hizo pasar a la historia de Roma como una figura infame)
Virginia Claudia, quien puso a flote la nave que transportaba la estatua de Magna Mater (Cibeles) después de que esta encallase y la condujo hasta Roma.
Occia y Coelia Concordia, ambas "Vestalis Maxima", la primera presidió la orden de las vestales durante 57 años, mientras que la segunda fue la última del Imperio Romano.
La orden de las vestales se mantuvo vigente hasta el año 391 DC cuando el Emperador Teodosio decretó la ley según la cual todos los cultos y rituales paganos. Tras este decreto el templo de Vesta fue cerrado y la Llama sagrada extinta (según algunas versiones por el propio Teodosio).

Art by Selena Fenech











2 comentarios:

Iria dijo...

Me parecen fascinantes todos tus blogs enhorabuena, he aprendido mucho.

Wilfrido dijo...

Saludos Solares...

No había leído nada sobre Diosas domésticas, me ha ilustrado mucho tu texto. Me parece interesante que una divinidad del Hogar se haya jurado célibe, siendo como se entiende en estos tiempos que el hogar se recrea y dispone de procrear y engendrar.

Gracias, por los datos, pasaré a leer seguidamente.